Mundo de ficçãoIniciar sessãoDespués de unos minutos, Nysa salió con las manos ensangrentadas; Reed quien la esperó en la puerta no evitó ver aquel rojo carmesí sobre sus manos, sin sentirse atraído por lo que había hecho.
—¿Se encuentra bien? —se metió la mano al bolsillo, sacando un pañuelo.—Sí, solo tuve una pequeño inconveniente —mencionóEl príncipe con bastante formalidad tomó sus muñecas levantando así sus manos y con aquel pañuelo blanco entre pureza, lo paso por los dedos de la reina limpiando aquellas manchas qué recién habían caído sobre su piel blanca.—Parece abrumada. ¿quiere que traiga algo para su tranquilidad? —limpio con cuidado la palma de su mano—¿Qué tienes para traer mi tranquilidad?—Depende lo que quiera. Nos podemos alejar y disfrutar de aquella naturaleza, o quiere un té y seguir con esto.No podía continuar, los rayos de sol la estaban matando, ese lugar la estaba acabando, sentía la agonizante presencia de Zira entre






