Apenas la figura de Laura desapareció por la puerta del café, Richard apareció, buscando a Valentina con la mirada. Al verla sentada con Irene, se acercó rápidamente a su mesa.
—¡Valentina! ¿Todo bien? Te vi hablando animadamente con Irene.
—Richard —saludó Valentina con una pequeña sonrisa, aun con la sensación extraña de la conversación anterior, revoloteando en su interior—. Sí, todo bien. De hecho, acabo de tener un encuentro... peculiar.
Irene ascendió, con una expresión que denotaba que ella también estaba al tanto de la novedad.
—Cuéntale, Valentina. Creo que le interesará.
Valentina tomó aire y relató a Richard su conversación con Laura, la mujer que había llegado al café buscando personal para la casa de campo de la familia Contreras. Le contó cómo Laura había mencionado que la casa se llamaba "La Luz" y la necesidad urgente de limpiarla y prepararla después de años de abandono.
—Y lo más extraño, Richard —añadió Valentina, con el ceño ligeramente fruncido—, es que Laura me o