Capítulo 6: Imara.
«—¡Otra vez!
Ella tembló, apenas logrando moverse entre la tierra y la lluvia, con los pies sangrando y el cuerpo lleno de golpes. Cerrando los ojos y respirando profundamente, Imara sintió las corrientes alrededor, la estática y las luces que de tocarla, le harían mucho daño. Frente a sus ojos habían cuatro hombres. Prisioneros, esclavos del líder. Esos que hoy serían víctimas de sus dones.
Levantando las manos al frente, Imara murmuró suavemente las palabras correctas; en su dedo anular bailaba un anillo trenzado en rojo y negro brillante. Uno que debaja en claro el rumbo que había tomado su vida. Ella apretó los labios, temblando y dejando fluir su poder. Cadenas rojas que rodearon su cuerpo y salieron disparadas hacia adelante.
—Eso es —susurró un hombre alto y delgado de piel cetrina. El cabello oscuro apenas era una mota y sus ojos azules como el hielo miraban todo con atención—. Continúa.
Imara abrió los ojos, temblando y con la presencia infernal demasiado cerca.
Con los cuer