Capítulo 8: Oportunidades y resentimientos.
—No, ni de broma.
—¿Podrías dejar de ser un imbécil por cinco segundos, Brad?
—¿Ahora soy un imbécil? —Brad ladeó el rostro y abrió los ojos con tanta fuerza que Rod temía se hubiera lastimado, pero de nuevo. Él parecía estar muy bien—. ¡Es una maldita bruja! ¿Se te olvida lo que nos hicieron?
—No puedo creer que la odies por eso.
—¡Y yo que lo hayas olvidado!
—¡Chicos, por favor! —intervino Marga con tono pacificador al ver a los hermanos a punto de saltar encima del otro—. A estas alturas toda la manada debe haberlos oído.
Brad respiró profundo y se dejó caer en su silla del consejo.
—Mi respuesta es no.
—Es mi mate. Imara no irá a ningún lado.
—¡Entonces no debiste pedir nuestra aprobación!
Y Brad tenía un punto, pero él solo estaba intentando ser cortés al respecto. El consejo tenía el derecho de presentar sus opiniones, pero la decisión final era suya como alfa.
—Está siendo un hijo de perra insoportable —susurró mirando a Brad dejar la habitación.
—Tengo entendido que vuestra ma