El éxito en el desarrollo del Filtro de la Ficción Intencional había sido un triunfo para la madurez de Lysander, pero una carga extenuante para sus padres. El esfuerzo de Kael y Elara en proyectar la doble frecuencia—la declaración de no-verdad y la validación de la verdad emocional—durante las sesiones de juego era agotador.
Elara, cuyo rol como Amplificador de Anclaje implicaba una constante proyección de serenidad, sentía el cansancio, pero Kael, el Espejo Emocional, absorbía la mayor parte de la tensión, su 10 de convicción no solo debía ser puro, sino también robusto frente al desgaste físico, una exigencia que la disciplina y la voluntad podían mantener, pero que el cuerpo no podía sostener indefinidamente.
Una noche, después de una larga sesión de "cuentos de la no-verdad" que terminaron con Lysander riendo y modulando su don a la perfección, Kael se quedó en la cámara de resonancia revisando los datos de la Matriz de Pureza, su rostro pálido y sus hombros caídos traicionaban