El entorno de El Silencio, purificado por la Profundización del Exilio, se había convertido en un laboratorio de la verdad, un lugar donde cada interacción, cada objeto, resonaba con honestidad, Kael y Elara vivían bajo la estricta vigilancia de la Matriz de Pureza Ambiental, su amor, probado y certificado por el Protocolo Cero Eufemismos, era ahora el patrón de referencia para el bebé, sin embargo, a pesar de la paz lograda y la certeza del poder de su hijo, una pregunta persistía, ¿cómo modular esa Habilidad Inmortal, esa fuerza que era el solvente universal de la falsedad, para que no destruyera o se aislara del mundo?, Lysandra había diseñado el refugio, había desarrollado el cobalto, pero la clave final para el Antídoto Inmortal seguía oculta, como un último acertijo para sus sucesores.
Una mañana, mientras Kael estaba inmerso en la gestión de la AI Ética de Orion Corp., asegurando que el nuevo código moral se mantuviera firme ante las presiones financieras, Elara entró en la cám