La urgencia en la voz de Joren no pasó desapercibida para Yago. La mención de "información crucial" sobre "el caso" era suficiente para desviar su atención del almuerzo tranquilo que compartía con Nant. Su mente calculadora, siempre en movimiento, no perdió de vista la delicada situación que los rodeaba, incluso en la aparente informalidad de una llamada telefónica en un restaurante de hotel en Puebla.
—Joren, nos vemos en el hotel para cenar —dijo Yago, su tono ya asumiendo el mando, con la autoridad natural que lo caracterizaba. Sabía que la información que Joren traía era de suma importancia, algo que había estado esperando pacientemente durante casi un año. Sin embargo, también comprendía la importancia de las apariencias, las sutilezas de la dinámica social y la necesidad de mantener una fachada impecable ante el mundo, especialmente cuando se trataba de movimientos estratégicos. Luego, con una nota que buscaba sonar casual, casi una sugerencia social, pero que llevaba implícita