Capítulo 69 —Blak
Narrador:
La puerta metálica del galpón se abrió con un chirrido cuando Mateo la empujó. Dentro, el aire olía a aceite quemado, metal caliente y tela vieja. Cables colgaban del techo como lianas oxidadas. Las luces amarillas parpadeaban, revelando sombras de autos desarmados, motores abiertos y máquinas de costura industrial entre herramientas dispersas.
Dinorah avanzó sin miedo, como si ese lugar le resultara familiar.
—Blak, deja de esconderte —gritó —Sal. Soy Rancuso.
Un golpe metálico resonó al fondo. Luego otro. Y después un murmullo apagado, como alguien maldiciendo en voz baja.
Mateo llevó la mano cerca del arma por precaución.
Finalmente, entre dos montones de chatarra apareció un hombre delgado, despeinado, con gafas demasiado grandes y un overol lleno de manchas de grasa. Parecía alguien que no dormía bien desde hacía semanas.
—Mal*dita sea… —murmuró —Capitana Rancuso.
Dinorah bufó.
—Ya no soy capitana, Blak.
Él se limpió las manos en el overol, sin lograr q