Capítulo 70 —Tú trajiste el pasado
Narrador:
Mateo condujo varios kilómetros más, en silencio, con los nudillos blancos sobre el volante. La tensión le recorría la espalda como un cable a punto de cortarse. El aire dentro de la camioneta era irrespirable, una mezcla áspera de adrenalina, confusión y algo que ninguno de los dos quería nombrar.
Hasta que… clavó los frenos.
El vehículo dio un latigazo y se detuvo en medio del camino rural, sin casas, sin luces, sin testigos. Mateo se bajó de golpe, casi arrancando la puerta. Caminó unos pasos hacia la oscuridad, respirando como si necesitara aire de verdad.
Dinorah salió inmediatamente.
—¿Sucede algo? —preguntó, acercándose rápido.
Mateo se giró hacia ella con una expresión que raspaba por dentro.
—Sucede todo —dijo, con una voz baja y cargada de tormenta.
Dinorah se detuvo a medio paso.
—¿Todo qué?
Mateo la miró como si una chispa hubiera estallado en sus pupilas.
—¿Qué fue eso de “Emiliano”? —soltó, sin filtros.
Ella abrió la boca para