Kalen suspiró mirando a su mujer quien todavía tiene una enorme sonrisa en los labios, ¿Cómo es que él, un hombre del que nadie esperaba nada ahora es todo un duque y una persona totalmente cambiada? Por supuesto, todo se lo debe a esa mujer que ahora lo miró sonrojada y un poco confundida.
―No sé lo que he hecho bien en la vida como para merecerte, pero desde luego estoy muy agradecido. ―Ana se puso más roja y su corazón empezó a marchar con fuerza, ella aún no se acostumbra del todo a que alguien la vea como lo mejor que puede tener. ―Has hecho de mí un mejor hombre, me complementas de una manera que, si llegaras a dejarme, yo volvería a ser ese desastre que era antes. ―Acarició su mejilla. ―Tormenta, gracias por serlo todo para mí. ―Ana realmente emocionada y conmovida por las palabras de su hombre, se abrazó a él y sollozó, con el embarazo es de lágrimas fáciles y muchas veces ødia eso.
―Tú has hecho el mismo bien en mí. ―Se separó para mirarlo. ―La vida no pudo recompensarme me