Sucedió lo inevitable, una horda de noticias malintencionadas inundó los medios y Ana estaba en el ojo del huracán, ella era vista como una rompe relaciones, aprovechada y astuta mujer de la calle. No podía salir de casa sin ser fotografiada, por lo que Kalen le puso a su hija guardas espaldas para protegerla a todo momento.
A pesar de que un equipo de alta seguridad protegía a su hija, Ana no se sentía mejor, ¿Qué dirá su bebé si se da cuenta de lo que está pasando? ¿Cómo es que aun sin querer es un peligro para la integridad de su hija? Ana se sintió mala madre en todos los aspectos.
Kalen y Christian habían hecho equipo para lograr levantarla y sacarla de esa recaída que al parecer está siendo más brutal que las demás, pero nadie podía levantarla de la cama sin que rompiera en llanto y se sintiera atacada. Ana lo intentaba, ella no se quería dejar vencer, pero cada vez que se esforzaba su mente le jugaba una mala pasada y volvía a ese lugar oscuro donde ha permanecido.
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