—¿Quiere decir que el señor Marco y la sirvienta Elia también tenían una relación especial? —preguntó Raffael, buscando confirmar.

—Así es, señor Raffael. Ya le dije que Marco mató a Samuel Braco por celos. Pero no sé hasta qué punto llegaba su relación, porque lo que más se comentaba era que Elia era la amante del presidente Antonio. Disculpe por hablar de su familia, señor Raffael. Le juro que nunca he contado esto a nadie —dijo Joe, preocupado de que Raffael se enfadara por revelar secretos familiares.

—Tranquilo, señor Joe. Pero… ¿podría pedirle un favor?

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Mientras tanto, Marco y Elia seguían esperando frente al restaurante, sin ver salir a Raffael ni a Joe.

Habían intentado entrar para buscarlos, pero el restaurante tenía salas privadas, lo que dificultaba localizarlos.

Finalmente, decidieron esperar en el coche. Marco llevaba tiempo sospechando de Joe, y al verlo salir con Raffael, sus sospechas se intensificaron.

—¿Estás seguro de que Raffael no me vio en la escalera de emer