Mundo ficciónIniciar sesiónEl salón de Lady Harrington resplandecía bajo el fulgor de los candelabros de cristal. Cientos de luces se reflejaban en los espejos dorados, en las joyas relucientes y en las copas de champaña que tintineaban entre risas contenidas. La temporada de verano había comenzado con fasto, y ningún nombre respetable podía faltar.
Lady Eleanor Whitcombe descendió las escaleras con la elegancia que su madre le había inculcado desde la infancia. Su vestido de marfil con bordados plateados brillaba como si hubiese sido tejido con luz. Pero bajo esa perfección había un secreto: entre los pliegues de su abanico se ocultaba un mensaje cifrado, escrito con tinta invisible y disimulado entre los dibujos florales.
Clara había cosido el abanico esa misma tarde, temblando mientras ocultaba la peque&ntild







