Mundo de ficçãoIniciar sessãoLas pesadas puertas de piedra del faro se abrieron ante ellos con un crujido profundo, dejando entrar la noche húmeda y el murmullo lejano de las olas. La gran sala de reuniones esperaba, sus muros grabados con runas ancestrales que destellaban suavemente, como si respiraran junto al viento.
En el centro, los cristales rúnicos flotaban, pulsando con una luz que se entrelazaba entre el blanco puro y el violeta místico, símbolo eterno de







