Mundo ficciónIniciar sesiónEl sol se levantaba lentamente sobre Luminaria, tiñendo el cielo de tonos rosados y dorados. La brisa mañanera acariciaba los árboles del bosque cercano, trayendo consigo el aroma húmedo de la tierra y la hierba recién nacida. En la torre del faro, Amara observaba el horizonte, apoyada en el alféizar de la ventana, sintiendo cómo la calma del nuevo día penetraba en cada fibra de su ser.
—Buenos días —susurró Lykos desde detrás, apoyando su barbilla sobre su hombro.
Amara sonrió, girando ligeramente para encontrarse con sus ojos rojos, aún cargados de ese fuego que tanto la atraía, pero suavizado por la tranquilidad del amanecer.
—Buenos días —respondió ella, dejando que su mano se deslizara por la de él—. Hoy podemos simplemente… respirar.
Lykos rodeó su cintura con firmeza, atray&







