Mundo de ficçãoIniciar sessãoEl silencio se volvió insoportable. El reloj marcó un minuto más, lento, cruel.
La ciudad, allá afuera, seguía viva, pero el mundo de Sophie se redujo a ese metro cuadrado donde él respiraba.Sus manos se aferraron al borde del escritorio, buscando fuerza. Damien la observaba como si quisiera aprenderse cada detalle de su rostro. La línea de su cuello, el brillo de su piel, el temblor apenas perceptible de sus labios.
Sophie lo miró a los ojos, y supo que era verdad.Él no jugaba. No mentía. No era un hombre enamorado en el sentido romántico, pero sí un hombre atrapado por una emoción tan intensa que lo desbordaba.
Damien respiró hondo, como si intentara recuperar el control. Se apartó apenas unos centímetros, suficiente para volver a verla de frente.—Dime qué necesitas que haga —pidió, en voz baja.
Sophie no supo q







