Lealtad de Sangre

Calvin Monteverde

El agua de la piscina climatizada brillaba bajo las luces instaladas estratégicamente en el techo alto de vidrio. Era un espacio cerrado, un oasis privado dentro de la propiedad, con palmeras artificiales y plantas reales en macetas enormes que daban un aire tropical al lugar.

El aroma del cloro se mezclaba con el perfume costoso de mi esposa Patricia, quien estaba sentada a mi lado en una tumbona, con su piel bronceada.

Ella parecía absorta en su tarea de aplicar una especie de mascarilla capilar con movimientos meticulosos. Mientras lo hacía, sus ojos no se apartaban de su reflejo en un pequeño espejo portátil que había traído.

Mi esposa se puso de pie cuando su hermana la llamó.

Yo estaba sentado a su lado, vestido con un pantalón de lino y una camisa blanca arremangada. Había pasado una hora desde que su familia llegó, y aunque me esforzaba por participar en el ambiente familiar, no podía.

Mi cuñada pequeña Mónica, era el centro de las conversaciones familiares de los últimos días, sus padres en una búsqueda desesperada por poder, la habían conseguido comprometer con el hijo de los Castellón. Su padre el aspirante a primer ministro, estaba muy envuelto en cosas turbias, lo supe porqué ese era uno de los motivos por los que Rafa, se había reunido hace unos meses con la FIAC y le había pasado una vaga información sobre la supuesta implicación de él partido ANU, con los Lobos de Hierro, y a cambio la FIAC iba a limpiar el expediente de mi hermano. Era un trato casual pero que podría costarle el pellejo a mí hermano, porque tanto él como yo teníamos pequeños acuerdos con Los Lobos, ellos eran los que nos surtían armamento de un calibre mucho más nocivo del legal, así que hacer una jugada como esa podría ser… traicionar a Thor, te costaba la sangre, del traidor y la de su familia.

Gracias a que Rafa les informó a la FIAC. Ellos giraron sus ojos a la ANU. Para mala suerte de ellos y de quienes financian su campaña, ahora están bajo el radar de la FIAC, puesto que ellos saben que segurísimo están implicados con los Lobos de Hierro.

¿Por qué Rafa había hecho eso? Para salvar su culo.

El hecho es que la FIAC había rastreado a Rafa cibernéticamente en algunos movimientos ilegales, que si bien no eran grabes, manchaban su expediente y le mandaría unos años a la cárcel. Yo, lo supe, por ende lo seguí, tomé aquellas fotos que supe que en algún momento me iban a servir y así fue.

La risa de mi esposa me hizo levantar la cabeza.

Patricia, era el tipo de mujer que, incluso en un entorno tan relajado, lucía impecable. Su bikini rojo contrastaba con su cabello castaño claro recogido en una coleta perfecta. Ella caminaba descalza por el borde de la piscina, dejando que el agua ocasionalmente la salpicara mientras revisaba su teléfono y hablaba con su hermana. Mi mirada, casi sin quererlo, la seguía cada vez que se movía, observando su figura mientras ella disfrutaba del ambiente.

Su hermana mayor una jodida mujer de unos 37 años pero que estaba buena de cojones, estaba en bikini a dos tumbonas de la nuestra con una gafas de sol puesta como si hubiera sol, o estuviera en la playa.

—¿En qué piensas? —preguntó de repente alzando la voz y levantando sus gafas a mitad de su frente.

Me giré hacia ella con una sonrisa ensayada.

—Nada importante. Solo disfrutando del ambiente.

Ella asintió, aparentemente satisfecha con mi respuesta, y volvió a acomodarse.

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