Azura
El silencio del palacio se sentía más pesado de lo habitual, las paredes de mármol parecían absorber cada pensamiento y devolverlo amplificado dentro de mi pecho, no podía dejar de pensar en esa mujer, en la mirada de Lyam cuando me conto que la encontró, en cómo se quebró el velo de calma que habíamos tenido apenas por un instante, porque lo vi, vi la forma en que sus ojos ardían con solo pensar en ella, no era simple curiosidad, era el vínculo, lo sabia, el mismo que me une a Grayson, y esa certeza me dejó un sabor amargo, porque apenas hace un mes lo recuperé, apenas un mes desde que lo volví a tener conmigo y ahora siento que lo puedo perder de nuevo si no manejo esto con cuidado.
Rosaly estaba inquieta, aunque su voz se mantenía serena como siempre, una calma que parecía hecha para contradecir la tormenta que llevaba dentro.
—No dejes que el miedo te nuble, pequeña, recuerda que tú eres la reina, tu voz pesa más de lo que crees, y esa mujer… puede ser un peligro o puede ser