*—Callum:
Los días seguían su curso con aparente normalidad, las dinámicas en la empresa no cambiaban demasiado.
Solo que… había una gran diferencia.
Su relación ya no era un secreto.
Todo explotó después de una reunión, precisamente aquella con el señor Bates que fue interrumpida por el Rut de Dominick. Esta se volvió a agendar y estaba el mismo equipo, pero, el manager del equipo de ventas, Valentín Billini, después de la reunión se acercó con esa sonrisa de sabueso alfa que olfatea algo más que datos.
—¿Ustedes dos están saliendo, cierto? —había preguntado directamente, mirando a Callum, luego a Dominick, luego de nuevo a Callum.
No hubo forma de negarlo. Entre las miradas devotas de Dominick, la feromona impregnada en la piel de Callum, y la marca que apenas podía disimularse bajo el parche, el secreto se derrumbó.
Y el rumor se esparció como pólvora.
En cuestión de horas, toda la empresa sabía que el presidente y su asistente estaban vinculados. Que Callum era un omega. Que había