Subtítulo:
“Cuando la confianza se quiebra, todo puede arder.”
El bosque, habitualmente un santuario de vida y misterio, ahora se encontraba sumido en un silencio tenso, casi reverente, como si supiera que algo terrible estaba por ocurrir. La humedad impregnaba el aire, mezclándose con el olor a tierra mojada y hojas caídas, mientras la oscuridad se espesaba, cubriendo cada rincón con su manto frío.
Kael avanzaba con paso decidido pero silencioso, sus sentidos agudos captando hasta el más leve susurro entre los árboles. Su respiración era lenta, medida, mientras el instinto de Alfa lo mantenía alerta, preparado para cualquier amenaza.
Los aullidos que había seguido momentos antes se desvanecieron, dejando un vacío inquietante. De repente, un estallido de luz rompió la quietud: un incendio voraz consumía la cabaña de Jack. Las llamas crecían con una ferocidad salvaje, devorando la madera envejecida y enviando columnas de humo negro que se elevaban hasta perderse en la noche. El crujid