El Alfa Jones regresó hecho una furia a su castillo, esa loba le había echado en cara su traición hacia con su manada. Pero ellos no entendían que no podía quedarse de brazos cruzados viendo como otro Alfa le arrebataba el trono que siempre había codiciado, ese era su sueño, y una vez que lo consiguiera, buscaría la manera de deshacerse del molesto rey de los vampiros.
Lo que el Alfa no sabía era que apenas lograrán su cometido, él sería el destruido, los vampiros apenas podían esperar para dejarlo seco y quemarlo.
— ¡Ese maldito Alfa metido vino aquí y se llevó a los cachorros de mi territorio! ¿Cómo se atreve ese imbécil a venir a vigilar a mi manada? ¡Siempre haciéndose el héroe, ganándose la aprobación de todos como si fuera perfecto!
— ¿De quién hablas, Preston? Solo vociferas, ¿A dónde fueron los cachorros? ¿Quién se los llevó? Se han burlado de nosotros, has sido muy descuidado. Ahora tendré que actuar yo, mi clan va a arrasar con quien sea que se oponga a mí, pero sobr