El Alfa Salvatore se los ha llevado.
Los vampiros no se andaban con miramientos, pronto salieron a buscar cachorros por la ciudad, buscaban por aquí y por allá, pero no veían a ninguno.
— Esto es extraño Roy, no aparece ningún lobezno, ellos siempre andan corriendo por ahí.
— Tal vez los tengan resguardados en sus casas, saben que iremos por ellos si se siguen negando a darnos su sangre. — Dijo el vampiro rubio con trenzas en el cabello.
— Entonces hagámosles una visita, esos pulgosos se van a arrepentir por querer pasarse de listos.
Los dos vampiros dejaron escapar una sonrisa maligna, se llevarían a los hijos de los lobos frente a ellos para beber su sangre, y no podrían hacer nada o de lo contrario los matarían.
Los no muertos comenzaron a entrar en las casas de la manada, pero solo encontraban a lobos y lobas adultos, al principio no lo vieron relevante, pero conforme avanzaban sin ver un solo cachorro, comenzaron a sospechar.
— !¿En donde diablos están los lobeznos?! ¡Es mejor que hablen de una vez!