Una segunda oportunidad.
Era demasiado el peligro que corrían los cachorritos fuera del territorio Dark Moon. Era algo que ellos no median aún.
— Por la diosa luna, ¿En que momento se les ocurrió a esos cachorros salirse del castillo a media noche para ir a buscar a su madre? — El beta Ivanko preguntaba en medio de un bostezo, el lobo dormía plácidamente cuando los guerreros fueron a levantarlo a su habitación.
— Son cachorros de Alfa, debí prevenir esto, no se quedaron conformes con la explicación que les dimos sobre porque Alejandra se había quedado en el territorio Silver Wolf, presienten que algo está pasando.
— Si pero... Se atrevieron a salir de territorio Dark Moon, son solo unos cachorritos, cualquier bestia se los puede comer, nunca creí que llegarían a hacer algo como esto. Parecían tan tranquilos durante la cena que no sospeché nada. — El beta no cabía en su asombro.
— ¡Apresurence, mantengan sus ojos muy abiertos a cualquier movimiento, puede que se escondan si nos escuchan venir!
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