Pelea entre dos mundos para sobrevivir.
El corazón del Alfa estaba angustiado, ese poderoso y sanguinario vampiro cruel, tenía a su amada luna. Tenía que arrebatarsela a como diera lugar.
No le importaba morir, pero le importaba mucho que ella no muriese.
— No te lo volveré a repetir, suelta a mi reina o te juro que te enviaré al infierno yo mismo. — Rugió el rey desde lo profundo de su garganta.
— No te la daré, ella sabe tan dulce, me daré todo un festín con la cachorra que lleva en su vientre. ¡Ellas ya son mías! — Dijo el vampiro con voz infernal.
— ¿Es una cachorra...? — Esa era una sorpresa para el Alfa, él no sabía que tendría una hija.
— ¡Devuélvemelas!
— ¿Si no lo hago que harás? ¡No eres más que un insignificante perro para mí, yo soy más poderoso, mucho más antiguo que tú, soy invencible, el rey de todo lo que el mundo ve!
La primer sorpresa par el vampiro se presentaba. De la nada apareció una hermosa mujer de piel palida y cabellos negros que por muy poco arrastraban en la tierra, sus ropas