Había sido una gran sorpresa para Adisson saber que Petya había sido nombrado rey de su manada, eso la había puesto muy feliz, amaba su hogar, y saber que se quedarían a vivir ahí, y que además la reconstruirían, era maravilloso.

— !Petya, estoy tan feliz, no puedo esperar para ir de compras por enteritos, biberones, y todo lo que el cachorro va a necesitar!

— Por supuesto, tendrá todo lo que necesite y más, mis hermanos están ya por tener a sus cachorros, Damiano, dos por cierto, ahhh, ese lobo va a recibir el karma por ser tan malhumorado con los cachorros Leo, Lionel, y Lorenzo.

— Los cachorritos son adorables, un poco traviesos eso sí, pero muy lindos.

— ¿Un poco? Son unos demonios, si Leonardo les quita los ojos de encima, le van a incendiar el castillo.

De pronto al despacho entró la loba que llevaba una jarra de agua, llevaba un corto uniforme que resaltaba su silueta. Sus cabellos castaños estaban sueltos, irradiaba sensualidad.

— Oh, lo siento Alfa, no sabía q