Después de un par de días, Martín tuvo que volver a la isla por trabajo. Su agenda incluía visitar varias tiendas, pero en el fondo sabía que lo que más lo movía era la idea de ver a Sofía y poder ayudar a Clara a conservar el equilibrio de su familia y relación con Miguel. Apenas terminó con las diligencias principales se dirigió sin dudar a la floristería de Sofía, tenía bastantes cosas que decirle, no, más bien, debía asegurarse de que ella se mantuviera alejada de Miguel.

Ya se lo había dicho en una ocasión; sin embargo, debido a la profundidad del amor que él creía que Sofía le había demostrado a Miguel, no creía completamente sus palabras. Nadie podría sacarse a otra persona del corazón, no al haberla amado a profundidad.

Sofía lo recibió con cierta sorpresa. No lo esperaba, aunque en el fondo intuía que tarde o temprano él regresaría. Sebastián, que estaba acomodando unas macetas en la entrada, frunció el ceño al verlo acercarse. No confiaba en él, y la manera en que Martín mir