Mientras conducía, no podía evitar que sus pensamientos se dirigieran al mismo lugar: Las palabras de Larissa, estas seguían resonando en su cabeza: «puedes retomar tu relación con Clara. ¿No es eso lo que ambos quieren?».
Tenía razón, si amaba a Clara, podría aprovechar la partida de Sofía para acercar más sus lazos con su primer amor; después de todo ahora ese «accidente» en su vida que Sofía representaba ya no estaba.
Ya no debía preocuparse por encararla, ni confesarle a Sofía que se divorciarían para él poder retomar su relación con Clara. Todo se había solucionado, y, él no tuvo necesidad de intervenir de ninguna manera.
Pese a esto, él no pudo evitar pensar que Sofía había sido obligada a irse. No se lo había comunicado como debía y fue demasiado precipitado. ¿Cómo podría cuidarse ella sola en un país extranjero? ¿Quién cuidaría de ella cuando él lo había hecho durante años?
Cuando llegó a casa, no terminó de bajar cuando vio que el mayordomo descendía las escaleras corriendo a