La puerta estaba cerrada cuando Camille tocó con suavidad. Dentro de la habitación, Isabelle y James se incorporaron de la cama con sobresalto. Isabelle se apresuró a responder, aún ajustando la ropa.
—Un momento —dijo, con la voz entrecortada.
Desde el otro lado, Camille habló sin esperar a que abrieran.
—Isabelle… Jonathan está preguntando por ti. Está en el vestíbulo.
James se acercó a la puerta, pero fue Isabelle quien la abrió. Camille la miró con preocupación.
—No estoy lista para irme —dijo Isabelle, saliendo de la habitación con paso firme.
Camille no respondió. Solo caminó a su lado, y James los siguió en silencio.
Al llegar al vestíbulo, Jonathan los esperaba con los brazos cruzados, flanqueado por los dos hombres que lo habían acompañado desde el restaurante. Su expresión era impasible, como si todo estuviera ya decidido.
Antes de que él pudiera hablar, Lucie se adelantó.
—Queremos ir con ella.
Jonathan la miró, sin sorpresa.
—No.
Camille dio un paso