Adamaris Campabell, sufre un accidente automovilístico, dónde su estado mental debido al golpe en la cabeza, pasa a ser el de una niña, aunque es consciente de algunas cosas, sus incoherencias avergüenzan a la familia Campabell, en especial a su padre. Quién ocultó aquella tragedia para que la empresa y la familia no se viera afectada siendo ella la heredera de la gran fortuna que dejó su difunta madre. La traición azota el corazón de Adamaris, quien al recuperar su estado mental se percata de los más vil, su hermana y ex prometido tiene un romance que ha sido aceptado por su propio padre, solamente por él beneficio social entre familias. Humillación, enojo y venganza, sentimientos que se despiertan en el corazón de la hermosa e inteligente Ada, por aquel falso amor de su prometido, por la cruel envidia de su hermana. Adamaris aprovecha la oportunidad que le ofrece la vida, cuando el destino coloca en su camino al hombre multimillonario y cruel que necesita una esposa que le dé un heredero. Adams Grey es prepotente, pero cauteloso en cada paso que da y Adamaris fue su ficha clave para contraer matrimonio y así, no permitir que su tío y primo tomarán posesión de la industria METALGREY. La cual deja grandes sumas de dinero y ha incrementado, gracias a él. Adamaris Campabell y Adams Grey se unieron por beneficio, él juró ayudarla a vengarse de los que le hicieron daño y ella, darle un heredero. Sin embargo el fingir amor complica la situación, el caos se desencadena cuando los que los rodean no quieren perder y aquel beneficio matrimonial se torna confuso y más para Adamaris. Su ex infiel la quiere recuperar ¿Será que Ada lo perdonará? ¿O Adams Grey se robó el corazón de Ada?
Leer másLa chica de cabello rubio, delgada, piel blanca y ojos celestes vibrantes, está enamorada de su futuro esposo, Jacobo. Con el cual la comprometió su padre años atrás. Lo cual no fue un disgusto para ella, porque Jacobo es guapo y siempre le ha gustado, aunque es un compromiso por beneficios entre familia, para Ada, Jacobo es ese ser que llena el vacío que hay en su corazón desde que su madre falleció.
Es su cumpleaños número 23 y nadie se tomó el tiempo ni siquiera su padre, de felicitarla, motivo que la tiene triste, sin embargo, su bondad y buen corazón, la conlleva a pensar que el trabajo que hay últimamente les hizo olvidar un día tan especial para ella. Aunque la única que la hacía sentir especial era su estimada madre. Ada está escribiendo en su laptop, organizando la agenda de las importantes reuniones de la compañía, es una mujer comprometida y eficiente. —Ada...— la mencionan en murmuración, mirando alrededor con extrañeza y ella al escuchar la voz de Jacobo, su prometido, fija su mirada en él —¡Pensé que te habías olvidado de mis cumpleaños!— deja de escribir en su laptop y se coloca de pie para abrazarlo, justo en ese momento se percata del ramo de rosas que trae escondido detrás de su espalda —¡Oh, rosas!— ella se las arrebata de la felicidad y las huele —¡Es mi primer regalo! Gracias— le propino un beso fugaz. Es su primer novio, y se ha guardado para el matrimonio —me alegra que te guste— le sonríe forzosamente y alza su mirada para ver a Bianca, la hermana de Ada. No provienen de la misma madre, de hecho, Bianca es hija de la amante de su padre La mirada de Bianca bota chispas de furia, sin embargo, su alto veneno lo oculta a través de una sonrisa perfectamente falsa. La chica es hermosa y sexy. Siempre está a la moda, aunque no tiene lo que tiene Ada, belleza natural y una inteligencia implacable para cooperar en la empresa familiar. —¿Estás trabajando? No todo es trabajo Ada ¿Lo sabes? —es mi deber Jacobo, ya lo hemos hablado— se dispone a apagar su laptop, después de todo no quiere descuidar su relación —Vamos a cenar, la noche no termina, aunque me demoré un poco, lo importante es que estoy aquí— se apresura a decir Ada se emociona aún más por el gesto de Jacobo. —siendo así, me iré a arreglar— da la vuelta para irse a su habitación, pero él la toma de la mano y la detiene —no, espera. Cálmate nena, estás agitada. Quiero que vayas al restaurante Harbor Fish —¿Sola?— frunce el ceño —quiero sorprenderte, eso es todo, ya hice la reservación, se buena chica— la tomó del mentón y luego acercó sus labios a los de ella. Ada es hermosa y sus labios carnosos incitan, aunque él no la beso —vete, llegaré después de tí— le guiña el ojo y ella se sonroja —Esta bien futuro esposo, estoy muy emocionada, me llevaré las rosas— Ada siente que el corazón se le va a salir del pecho. Jacobo al percatarse de que Ada se marchó, mira en dirección donde había visto a Bianca, pero la chica de cabello castaño no está. Ada se marcha muy emocionada en su auto. A pesar de que tiene dinero, no le gusta presumir. Durante el camino, llama a su mejor amiga Myriam, pero ésta no alcanza a atender la llamada, debido a que Ada intenta detener el auto para poder dar la curva que tiene bajada. —¡No! ¡No Dios por favor!— el miedo la invade, bloqueando su mente y paralizado su cuerpo —¡No quiero morir!— empieza a llorar, pero no lo puede detener. Lo único que hace es tratar de tener el control del volante cuando aquella curva tiene un abismo y Ada prefirió evadir girando el volante que la condujo hacia un gran árbol. El impacto provocó que ella se golpeará fuertemente su cabeza con el parabrisas, además de los golpes y heridas en su cuerpo, pero el más delicado fue en su cabeza. Golpe que la hizo caer en coma donde literalmente nadie se preocupó por ella como debería ser. Su padre es ambicioso y para él, el dinero está primero. Ada permaneció internada en el hospital, dónde estuvo sola y solo recibió la compañía y cuidados de los especialistas. Lamentablemente Ada quedó en una condición tonta, diciendo cosas incoherentes. Recordaba a ciertas personas pero hasta ahí. Cuando le dieron de alta, la fue a recoger solo el chófer Dereck, el cual la vió crecer y la estima. Pero no podía hacer la gran cosa porque estaba dominado por el padre de Ada. Ni siquiera la servidumbre la recibió como debía, ya que ella es la heredera de una gran fortuna, pero siempre Bianca le roba el protagonismo. Adamaris fue la burla de su hermana y madrastra. Le hacían bullying constantemente por su condición y ella en su inocencia no prestaba atención a aquel maltrato psicológico.Adamaris Campabell y Adams Grey, tuvieron asesoramiento sobre la maternidad, ya que ellos no sabían ni cambiar un pañal, pero todo ha sido un reto magnífico para ellos y más en el parto, donde Ada lastimosamente no pudo tener un parto normal y fue cesárea, fue muy duro, para él fue doloroso verla sufrir y cuando vió a su hija Ariel, el sentimiento de felicidad lo conlleva a llorar sin poderse controlar y para Ada sin duda una escena maravillosa cuando vió a su esposo feliz de ver su hijita. Cuando vieron al niño, el cual lloró a todo pulmón como un varoncito fuerte, Adams se enamoró completamente de sus hijos, anhelaba tanto que llegará el día de poderlos conocer que todos los días marcaba el calendario hasta la fecha plasmada del parto. Su hijo es llamado Emmanuel, el cual se parece a Adams, pero con el color de ojos de Ada y la niña idéntica a Ada hasta con el mismo color de ojos. Los días para la familia Grey eran cada vez mejor y a pesar de que son padres tienen sus escapadas ju
2 meses después... La vida de Ada y Adams ahora es sumamente diferente, pueden ser libres, ya no hay odió, ya no hay peligro. Ahora están creciendo como pareja y más disfrutando del embarazo, donde increíblemente Adams se volvió más posesivo, quiere proteger a Ada porque está emocionado con el hecho de ser padre, de ver la evolución en cómo a Ada le ha crecido la panza. Aunque ella a veces es insoportable con su llanto inesperado, sus antojos entendibles, su mal humor repentino y lo mucho que en ocasiones no lo quiere soltar ni siquiera dejarlo ir a trabajar, pero sin duda son los mejores meses que han podido vivir como pareja. Ada reclamó su herencia y tal como lo había prometido, la mansión de su madre se convirtió en una casa hogar. Su compañía está creciendo cada vez más. Trabaja junto a Myriam la cual extraña mucho a Marcus. Ya son las 6 de la tarde y Ada junto a Myriam van METAL GREY para entregar unos papeles ya que las dos empresas se han unido y eso es excelente. Cuando A
—¿Qué haces aquí?— Adams la mira con enojo —quiero que hablemos—¿Hablar? ¿O vienés a decir más cosas que me duelan? ¿Por qué Adamaris? Yo te abrí las puertas de mi corazón y tú jugaste conmigo—todo tiene una explicación, yo te amo Adams y jamás haría algo para lastimarte de verdad— Ada camina hacia él—¡Detente Adamaris! Ni un paso más, porque jamás en mi puta vida me había enamorado de una mujer, por eso el que se enamora pierde, porque yo me enamoré de tí y me has pagado mal, pero no importa, no me importa que me hayas dejado en la calle, al final la mente es lo que genera dinero y me podré levantar, pero algo si te digo, de mis hijos no me vas a alejar, así te vayas a la China, a China voy y estoy con mis hijos, porque tambien son mios —¡Puedes dejar de hablar!— Ada derrama lágrimas al verlo tan destrozado —lo mejor es que te vayas, no quiero ser grosero contigo—¡Por Dios, Adams, yo te amo de verdad!— camina a él con firmeza y lo besa tomándolo por sorpresa, él cual intent
Tocan la puerta y el escolta se apresura a abrir. —¡Aquí tienes!— Lukian le entrega la maleta de dinero y el escolta mira una vez más a Alessandro—¡Me has traicionado!— Alessandro cae de rodillas, no pudo soportarlo más, luego intenta disparar, pero sus dedos están perdiendo movilidad—¡Largo y si haces algo indebido ya se donde vive tu esposa y su familia ¿Estamos?— lo sentencia Lukian—sí señor y antes de irme, váyase al infierno señor Alessandro, usted abusó de mi trabajo, por fin puedo ser libre— dicho eso con mucho desprecio, se marcha dejado a Lukian solo con Alessandro—¡Maldito!— Alessandro siente un dolor impresionante en su estómago —¿Quién eres...? — pregunta con dificultad —seré yo quien tendrá el privilegio de mandarte al infierno, pero antes de eso, tienes una visita muy interesante— Lukian hace una llamada lo cual es la señal para que esa persona ingrese a la vieja casa—¡Mátame de una vez!— ordena Alessandro y se empieza a torcer poco a poco—este es solo el comienzo
—¡No lo sé! —tú lo sabes ¿Donde esta?— Ada siente sus manos sudar—yo no tengo nada que ver Ada, es Alessandro que esta demente—¡Habla de una vez!— el miedo la invade, pero no lo demuestra—muerta... —¿Qué?— se coloca de pie y sus piernas le tiembla—no tengo nada que ver, repito. Alessandro perdió la cabeza porque ella lo traicionó y eso me lo contó porque me dijo que tenía que buscar la forma de asesinar a Adams porque lo de Bianca no le funcionó—¿Dónde está Bianca?— le grita fuertemente—¡No lo sé Ada!— se defiende Jacobo—te exijo que llames a Alessandro y hables con él como si nada hubiera pasado, si no lo haces no saldrás de aquí ¿Entendido?— vociferó y Jacobo no comprende a Ada, luego de lo pasó entre ellas. Ada tiene el móvil de Jacobo y le marca a Alessandro, coloca el móvil en alta voz. —¡Ahora si me llamas!— contesta Alessandro con arrogancia y Ada mira a Jacobo con desdén, para que se apresure a sacar información—sí... Tú sabes muchas cosas de mi y no me conviene ir
—¡No! ¡Tengo un avión que abordar! ¡Ustedes están equivocados!— Jacobo se angustia —¡Mi familia no se quedará de brazos cruzados! —guarde silencio señor, pierde el tiempo diciendo incoherencias. En prisión una amiga lo espera—¿¡Quien!? ¡Imagino que es Sonia, esa bruja es la única asesina! ¡Ahhhhh ya déjenme en paz!— vuelve a intentar escapar, pero es inútil Por otro lado, Alessandro está en una vieja casa abandonada y como era de esperarse, varios de sus hombres renunciaron, ya que arriesgan sus vidas por él y ahora sin recibir dinero, tomaron la decisión de irse y solo queda su hombre de confianza y un escolta. —señor ¿Qué vamos a hacer? Nos quitaron todas las armas, en cualquier momento esa mujer puede venir por nosotros y matarnos, yo no quiero morir, mi mujer está embarazada—¡Callate! Tu vida privada me tiene sin cuidado, necesito que busques algo de comer y de beber—señor... Todo el dinero que me he ganado con mucho esfuerzo lo he invertido en mi casa y mi esposa —¡Eres ta
Último capítulo