Sinopsis Acusada injustamente de la muerte de su hermana Marcela, Romina se ve obligada a ocupar su lugar y casarse con su prometido Dante, quien es su jefe y CEO, un hombre implacable que solo busca castigarla. Él la somete a un matrimonio frío y lleno de resentimiento, sin darle oportunidad de defenderse. Cuando Romina da a luz y le dicen que su bebé murió, su mundo se desmorona. Abandonada por su madre y rechazada por su esposo, queda atrapada en una soledad desgarradora. Sin embargo, el tiempo revela una verdad aterradora: su hijo no murió, sino que fue arrebatado de sus brazos. Desesperada, acude a Dante en busca de ayuda, pero él no le cree. Convencido de que su depresión la ha llevado a la obsesión, la deja sola, forzando su divorcio. En medio del dolor y la incertidumbre, Romina encuentra apoyo en Julián, el mejor amigo de Dante, el único que siempre estuvo de su lado… y que la ha amado en silencio. ¿Podrá Julián ayudarla a descubrir la verdad y recuperar a su hijo? ¿O los secretos que los rodean terminarán por destruirlos a todos?
Leer másNarra Romina
—¡Marcela! —Escucho un grito a lo lejos, mis ojos están cerrados y siento que pesan demasiado, al igual que mi cuerpo.
—¡Romina! ¡Despierta! —Esa voz, es de mamá. Pero se escucha entre una mezcla de odio y desesperación.
Empiezo a moverme y, al abrir los ojos, veo un c****o en mi mano derecha. ¿Qué hago con eso? Me siento mareada.
Levanto mi vista y ¡No puedo creerlo! Es mi hermana menor, Marcela, quien se encuentra en el suelo en un charco de sangre.
Debe ser una pesadilla, sin embargo, siento una fuerte cachetada que me hace reaccionar y me doy cuenta de que no es así.
—¿Ma… Ma… Marcela…? — Digo tartamudeando por la escena tan espantosa frente a mis ojos.
—¿Qué le has hecho a tu hermana? —Volteo a todos lados y no recuerdo nada, sólo que ella me había pedido venir a verla para ver lo de su vestido para su boda con el amor de mi vida, Dante Ríos.
Si, él es el amor de mi vida y Marcela lo sabía, supuestamente me ayudaría a conquistarlo. Que ciega fui al creerle. La odie por eso, pero ¿de ahí a quitarle la vida a mi propia hermana? Jamás.
—Mamá… —Me da otra cachetada.
—¿Tanto odio le tenías por su amor con Dante Eres de lo peor. —¡¡¿Qué?!!
—¡Marcela! —Y ahí está, el hombre más guapo que jamás haya conocido.
—¡No! —Su voz se escuchaba desgarradora y eso hacía que mi corazón doliera de verlo así.
Se tira al piso cerca de mi hermana. Quien resultó ser su amada.
¿Realmente lo hice? ¡Dios! No recuerdo nada.
—¿Qué fue lo que pasó? ¿Quién hizo esto? —Sólo de pensar que fui yo, me aterra la idea de que quiera acabar con mi vida también.
Miro a mamá y me sonríe de una manera escalofriante.
¿será mi final?
—Fue Romina — Lo dijo fingiendo decepción.
Dante me mira y su odio está a todo lo que pueda.
Camina hacia a mí y me toma de los brazos apretándolos tan fuente que siento que me los romperá.
—¿Cómo fuiste capaz? ¿Qué te hizo ella? ¿Era tan grande tu obsesión conmigo como para hacerle algo así? ¡Responde de una vez! —Me ataca con preguntas y no sé qué responder.
—Yo… no lo sé. —Me quiebro en llanto por su desprecio.
—¡Maldición! —Me duele mucho la cabeza y los brazos una vez que me ha soltado.
Lo veo caminar por toda la habitación como león enjaulado. Halándose los cabellos por la frustración de no poder hacer algo.
—Llamaré a la policía. —¿Qué? Mamá toma su movil, pero el amor de mi vida la detiene.
—No lo haga. —Ambas lo miramos sin comprender.
—¿Por qué no? —Pregunta sin dejar de mirarlo.
—Aún tenemos un negocio, y yo debo casarme. —Me mira por un instante, sólo veo un odio profundo por mí. ¿Dónde quedó ese hombre gentil del que me había enamorado? Esperen… ¿un trato? Pensé que se casarían por amor.
—Pero ¿Con ella? —Mi madre se escucha decepcionada.
—Es eso o el negocio se cancela. —La mira esperando por su respuesta.
—No. Aceptaré que te cases con… esa. — Me mira con ese odio que no ha dejado y lo mira nuevamente.
—Bien. Después nos pondremos de acuerdo. —Dante se despide y nos deja solas.
—Esto no se quedará así, tarde o temprano pagarás tu crimen. —Me advierte y no sé qué pensar.
Mamá llamó a las autoridades correspondientes diciéndoles con todo el dolor de su corazón que fue un asalto que debió salir mal, incluso escondió algunas de las joyas de ella y de mi hermana para que fuese más creíble.
¡Dios! Presiento que se desatará un infierno de ahora en adelante, sin embargo, espero que todo esto se aclare y poder demostrar mi inocencia, claro, en caso de serlo.
…
Nos encontrábamos en su velorio, todos nuestros conocidos y amistades, se acercaban a darnos el pésame.
Mi padre está deshecho al enterarse que su hija consentida ya no está más en este mundo. ¿y quién no lo estaría? Ella era mi hermana y mejor amiga a pesar de su mala jugada al conquistar a Dante. Pero sé que jamás le haría algo así.
Mi amado se encuentra cerca de su féretro y no ha dejado de llorar. Se suponía que sería por negocios su matrimonio, y todo este tiempo pensé que era por amor. ¡Dios! Estoy tan confundida.
Me levanto de mi lugar y salgo al jardín a tomar aire, siento que me asfixio.
—¿Cómo es posible que alguien tan joven como ella le pasara algo tan feo? —Escucho decir a alguien. Sigo la voz y es Karen, la mejor amiga de mi hermanita.
—Te entiendo. Ella se encontraba en casa sola, cuando entraron unos tipos a rob4r. —Ese es Adrián, el ex de Marcela.
Lo dejó en cuanto conoció a Dante.
—¿Por qué ella? —Hay una tercera persona. Miro bien y es Daniel. Mi mejor amigo.
Siempre estuvo enamorado de mí, pero sólo lo quiero como amigo.
—Es mejor que volvamos. —Dice Karen y ellos asienten en silencio y se retiran.
Me llega el olor a comida y me dan unas inmensas ganas de volver el estómago.
Corro hasta el baño y vacío todo.
¡Imposible!
No puedo estar embarazada. Sólo una vez estuve con mi jefe. Si, Dante Ríos, es mi jefe, fue así como me enamoré de él. Y la única ocasión que estuvimos juntos, fue en la pre- cena de año nuevo, hace un mes.
Estábamos ebrios, Marcela se fue a casa y yo iba a avisarle que se iría, su oficina estaba a oscuras y bueno… pasó lo que tenía que pasar.
Pero, no puedo decirle y menos ahora que piensa que soy la culpable de la mu3rt3 de mi hermana.
En verdad soy ¿culpable?
Narra Dante
No podía creer lo que vi, a mi prometida sin vida. A pesar de que todo eran negocios con su padre, yo estaba muy enamorado de ella. Y en cuanto a su hermana, digo, ella era muy amable y dedicada a su trabajo y le debía las gracias por presentarnos. Y ahora, ella es la culpable de que Marcela ya no se encuentre más con nosotros. ¿Tanto la odiaba por estar conmigo?
—¿Qué harás ahora que ella falleció? —Me pregunta mi hermana estando sentada junto a mí, mientras estoy bebiendo vodka.
—Me casaré con la hermana. —Digo con frialdad.
—¿Estás seguro? Digo, no la amas, sólo la estimas. —Dice y la miro.
—Tengo mis motivos. —Nadie aparte de Casandra y su… hija, sabemos la verdad. Me habría gustado que pagara su crimen en prisión, mas no sería un castigo justo, al menos no para mí.
Haré de su vida un infierno. Eso lo tendrá por seguro.
No te saldrás con la tuya. No sabes con quien te vas a casar.
Narra CamilaLa verdad tengo muchas ganas de ver a mi mejor amigo, lo extraño mucho, él que me estaba tendiendo la mano para ayudarme a un refugio lejos de toda esta mier**a, sin embargo, mi madre me descubrió y… bueno ya conocen el resto. Realmente todo esto es una pesadilla, del cual en verdad me gustaría despertar, y siento que algún día sea así. Sólo que no cuento con la ayuda de nadie y espero si poder contar con Daniel.El sonido del timbre me saca de mis pensamientos, miro a esa mujer odiosa y me mira con suficiencia, lo que significa que no abrirá.¡Genial!Me levanto de la silla y abro la puerta y la verdad me sorprende ver a quien se supone es mi esposo.—Dante. —Digo dándole paso para que entre.—¿Estás sola? —Me pregunta y yo niego.Estaba por responder, cuando esa mujer se adelanta.—Sr. Ríos, es un gusto conocerlo, soy… —Se queda callada cuando ve que no le hace caso en lo absoluto. Y me alegro por ello. Quisiera reírme, pero sé que después se quejará con mi madre. Y no
Narra RominaHe perdido un poco la noción del tiempo en cuanto lo ocurrido con mi hermana y mi madre me trajo a vivir con ella y su novio a este departamento, que es de mi esposo.Lo que no entiendo es, el por qué nos venimos aquí y no nos quedamos en casa.¿en serio? Eso es algo que descubriré y sé que soy inocente. Eso espero.Y hablando de esperar, al parecer mi madre no tiene planes de salir con ese tipo, uno que no ha dejado de verme de otra manera. ¡Dios! ¡que horror!Pero eso es lo de menos, por ahora. Lo que necesito es recuperar es mi teléfono celular, y ver los mensajes que intercambié con Marce.Lo mejor es tratar de concentrarme en el trabajo y no decepcionar aun mas a mi esposo.Como que últimamente me siento rara al decir esa palabra al referirme así a Dante, ya que realmente no hemos convivido mucho, todo lo contrario.Pero ¿Qué tonterías estoy diciendo? Habíamos quedado que haría todo lo posible por hacer cua
Narra RominaHa pasado casi una semana desde que pasé la noche una vez más con mi ahora esposo, a veces siento culpa porque era el prometido de Marce, pero ella…¡Dios! No quería que pasaran las cosas de esta manera, yo realmente amo a Dante, pero…¡No lo puedo creer! Simplemente no puedo, no me creo capaz de hacer algo así y menos a mi propia hermana.—Cámbiate de ropa, Dante va a pasar por ti. Ah, y cuidado con decirle de tu embarazo. —¿Por qué no puedo decirle? Digo, tarde o temprano se dará cuenta de ello.Me gustaría preguntarle, sin embargo, sé que me ganaré un par de cachetadas. Conociéndola, y yo en verdad debo estar tranquila por el bien de mi bebé. Así que tomo aire y dejo el trabajo aun lado y me voy a mi habitación a cambiarme.La verdad ignoro la razón por la cual Dante quiera que salga con él, digo me agrada la idea, pero la ultima vez que estuvimos juntos volvió a ser el hombre frio.—Apúrate, sabes que a Dante no le gusta que lo hagan esperar. —Respira, Romina.Salgo y
Narra JuliánMi madre me pidió que me reuniera a la hora de la comida con ella, ya que me presentaría a una mujer que resulta también ser una hija de otra amiga, la verdad no quiero, y no des3o perder las esperanzas con Romina, quiero pensar que algún día no muy lejano, ellos se van a divorciar y así tendría mi oportunidad de conquistarla y hacerle ver lo mucho que he estado enamorado de ella.—¿Disculpa? —La dulce voz de una mujer interrumpe mis pensamientos.La miro, y es… hermosa.Esperen… no puedo verla de esa manera, no quiero olvidarme de la mujer que amo.—¿Si, dígame? —Pregunto con amabilidad y ella sonríe.—Tú debes ser Julián. —¡Oh! Ella debe ser de quien me había hablado mamá.—Así es. Soy yo. Encantado… —Aunque no recuerdo el nombre y me lo dijeron, sólo que por tener a otra mujer en mi mente se me olvida.—Soy Emily. —Nos estrechamos de las manos y le muevo la silla para que pueda sentarse. Miro con discreción hacia la puerta y sé que mi madre no vendrá a esta reunión. Fu
Narra RominaDespierto con dificulta, ya que no pude dormir en casi toda la noche, Dante me hizo suya una vez más, bueno, más de una ocasión. Podría decir que fue lo mejor de mi vida y más a su lado, sin embargo, fue todo lo contrario, a pesar de lo intenso que fue en su momento. Me giro y él ya no se encuentra, si siento algo de tristeza.Me levanto y tomo mi ropa y me la vuelvo a poner, no creo que a mi esposo le guste la idea de que me dé una ducha en su baño.Salgo en su búsqueda para avisarle que me iré a casa, seguramente mi madre ha de estar furiosa de que no llegué y estaría pensando lo peor de mí. Algo que ya no me sorprendería viniendo de ella. Últimamente se ha empeñado en mostrarme todo su odio y culpándome de la mu3rt3 de mi hermana.Algo que estoy por descubrir si realmente soy culpable o no, aunque siento que no lo soy.Es verdad, el 4rma estaba en mi mano y eso me hace ver que si lo hice. Es sólo que no lo recuerdo.¡Dios, mío! Ayúda
Narra DanteLa verdad me estaba sintiendo aburrido e incómodo en la fiesta, y más que no dejaban de mencionar a mi amada Marcela. Además, sin contar de que Sandy no dejaba de buscarme, sé lo que busca y no se lo daré, lo que busco es una mujer que pueda amar nuevamente y sé que algún dia se dará una nueva oportunidad en el amor, pero mientras quiero mantener mi imagen intachable, nunca he sido un mujeriego, todo lo contrario.Estaba con unos colegas y Sandy, cuando vi a mi esposa yendo al tocador, veo que esta también incomoda en este lugar, no la culparía.La verdad no estaba poniendo mucha atención a la plática, y miro a mi alrededor con discreción y veo a Casandra con mi nuevo socio, Jean Carlo. ¿A caso se conocen? Podría deducir que sí, ya que parecen estar discutiendo. Él la toma del brazo y la lleva hacia el jardín.En eso veo a Romina, se ve algo nerviosa. Así que camino hacia ella.—¿A dónde crees que vas? —La tomo del brazo y ella se exalta en su lugar. —Estoy buscando a mi
Último capítulo