—¡No es justo!— replicó Ada al ser ingresada a la mansión a la fuerza, donde su madrastra y Bianca, esperan cruzadas de brazos
—¡Que alivio!— en los labios de Sonia se dibuja una sonrisa ladina por la satisfacción de que hayan encontrado a Ada
—¿Cómo te atreves a irte?— le reclama Bianca —¡Estás mal de la casa!— la señala con disgusto —¿Acaso quieres hacernos pasar más vergüenza
Adamaris siente tanta furia que tuvo que contener sus ganas de responderle a su hermana. De desahogar todo ese dolor que le ha hecho sentir. —¡Lleven a Ada a su habitación y la cierran con llave!— ordena Sonia y en eso se acerca Jacobo, el cual estaba en el baño principal y al ver a Ada ni siquiera siente el más mínimo arrepentimiento.
La mirada de Ada y su cruel ex prometido se cruzan, mientras la de él es relajada, la de ella es rencorosa y más al ver como deja un casto beso en la frente de Bianca, como simulan ser la pareja perfecta.
—¡Si te llegas a ir nuevamente Ada, te juro que te encierro en un c