El Castigo de Alesio
La bodega más oscura de los Leone estaba en silencio. Solo las cadenas que colgaban del techo y el eco metálico de gotas cayendo en el suelo rompían la calma.
Alesio, hermano de Vittorio, estaba atado a una silla de hierro, sus muñones vendados después de que Greco le cortara las manos semanas atrás. Su cuerpo estaba paralizado de cintura para abajo, pero su lengua seguía viva, escupiendo odio.
—Eres un cobarde, Leone… ni siquiera puedes matarme de frente —escupió con voz ronca.
Greco encendió un cigarro. Caminó lentamente alrededor de él, como un depredador midiendo a su presa.
—No voy a matarte… aún —dijo con calma helada—. Lo tuyo no será una muerte rápida. Tú me quitaste algo que jamás recuperaré, y hoy pagarás multiplicado.
Dante estaba a su lado, frío, con los ojos fijos en Alesio.
Greco levantó la mano, y dos hombres trajeron una jaula. Dentro, un par de ratas famélicas chillaban, arañando el metal. Alesio tragó saliva, pero fingió valentía.
—¿Eso es todo l