Capítulo 64 – Fuego en las venas.
POV Martina.
El día amaneció con una claridad, tenía que organizar la empresa antes de que cualquier rumor sobre mi ausencia se convirtiera en veneno para los inversores. No les daría esa satisfacción. Caminé hacia la sede principal con tacones que resonaban como disparos en el mármol, el abrigo negro ondeando como una capa de guerra. Desde la recepción, los empleados me miraban con una mezcla de respeto reverencial y alivio palpable; sabían que cuando yo entraba, las cosas ocurrían.
En la sala de juntas, Gael ya esperaba con una carpeta gruesa y pilas de documentos que parecían montañas. Marcela estaba a su lado, revisando algo en su tablet, pero algo en el aire estaba raro. Gael evitaba mirarla directamente; ella lucía tensa, los hombros rígidos. No pregunté. Me senté en la cabecera, quité el abrigo y abrí la primera carpeta.
—Contratos pendientes, propuestas de expansión, presupuestos de la clínica —señaló Gael, voz profesional, pero con un matiz que no identifiqué—. Firma aquí, aq