C76: Déjeme usar mi don.
Su esperanza, aunque pequeña, se encendió en medio del sufrimiento. Pero aquel logro se vio empañado por la misma causa que la había atormentado durante toda su vida: el estrés. La angustia constante de vivir bajo el terror que Milord le provocaba hicieron imposible que el embarazo llegara a término.
El cachorro nació de manera prematura, con apenas siete meses de vida. Respiraba con dificultad, pues sus pulmones no se habían desarrollado en su totalidad. Aun así, se aferraba al mundo, a la vida.
Antes de que naciera, el cuerpo de Azucena comenzó a fallarle. Una sensación extraña, dolorosa y opresiva la recorrió de pronto, y cuando bajó la vista hacia su ropa y sus piernas, notó con espanto que estaba empapada en sangre. El vientre, ya abultado por los siete meses de gestación, se contrajo con una punzada lacerante que le arrancó un gemido desgarrador.
El miedo se apoderó de ella, porque comprendió que su cachorro estaba por llegar antes de tiempo, y su corazón se llenó de angustia.