Mi hermano como siempre me pide que me calme y me invita a ir a almorzar con ellos. A lo mejor eso me ayuda, porque ahora mismo estoy desesperado. Creo que me hará bien estar con mis sobrinas hoy. Cuelgo la llamada y me dirijo a mi auto pensativo, la imagen de Clío al salir del baño con su cabellos mojado, oliendo a jazmín no me la puedo quitar de la cabeza. Abro el auto y me siento suspirando con la cabeza apoyada en el timón.
¿Cómo voy a lograr hacer eso con Clío? Estoy seguro de que no voy a poder, que voy a quedar mal con ella. Vamos Leonard, tú puedes, tienes que demostrarle que la respetas, que la admiras y que de verdad es el amor de tu vida. Me quedo un gran rato pensativo con la cabeza apoyada en el timón, sin darme cuenta se me pasa el tiempo, cuando mi reloj me avisa la hora, inicio el auto y salgo disparado rumbo a casa de David, al llegar los veo que se est&aacu