Capítulo 108.

Pov Armando

El aire estaba cargado de pólvora y muerte. El campamento ardía detrás de nosotros, los gritos de los hombres de Maduro se mezclaban con las explosiones que todavía sacudían la selva. Pero en ese instante no existía nada más. No importaba la guerra, ni los disparos, ni el caos. Solo él y yo. Alias Maduro.

Me sostuvo la mirada con esos ojos negros, tan fríos como la noche en la que mandó asesinar a mis padres. Lo veía ahí, frente a mí, con la piel curtida, las arrugas marcadas por décadas de sangre y guerra. Y lo único que sentí fue rabia. Una rabia vieja, podrida, que me había acompañado desde que era un muchacho.

—Te esperaba, Ferrer —dijo con voz ronca, arrastrando las palabras como si tuviera todo el tiempo del mundo.

—Hoy pagas tus pecados —le respondí, apretando los dientes.

Él soltó una risa seca, sin miedo.

—¿Pecados? Muchacho, en esta guerra no hay santos. Ni tú ni yo.

El machete brilló en su mano. Yo cargué el fusil, disparé dos veces, pero el viejo maldito se mov
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP