CAPÍTULO 2: LA MONTAÑA QUE SE VOLVIÓ FRÍA
Llegué a la Montaña Verde tres días después. La montaña es alta, con nieve en la cima y bosques densos en las laderas. Recuerdo que Elisa me llevó aquí cuando era pequeña —nos sentamos en la cima y ella me dijo: "La montaña te enseña que la fuerza no es estar arriba solo —es ayudar a los demás a subir contigo."
Ahora, la montaña está fría. Los lobos no salen de sus casas, y el silencio es tan fuerte que te duele el corazón. La alpha se llama Sofia —es amiga de mi padre desde cuando eran jóvenes, y yo la quise mucho. Pero ahora, todo ha cambiado.
La encontré en el centro de la aldea, en un trono de madera que se ha hecho para ella. Llevaba una túnica de lana roja y una corona de piedras negras. Sus ojos, que eran azules y cálidos, ahora son fríos y vacíos.
—Luna —dijo, sin levantarse del trono. —Venida a juzgarme también? Como juzgaste a Diego?
—No vine a juzgarte —dije. —Vine a preguntarte por los jóvenes. Me dicen que no les dejas aprender la