—Definitivamente… la repuesta es… ¡No! —Kael exclamó muy molesto—. ¿En qué c0jones estaban pensando? —de nuevo masculló una maldición— ¡Eso no sucederá!
Pasaba la mirada de su gamma a su beta, quien se encogió de hombros, y le hizo una mueca de que no tenía nada ver con aquella loca idea. Se pasó la mano por la cara, porque se negaba a que esa fuera la solución.
—Respaldo a Otto —respondió Calvin—, Clari se ha esforzado mucho para que ese evento salga perfecto —negó con la cabeza y agregó: —No puedo permitir que esa chica cause revuelo, y todos estén comentando el porqué nos ha quitado nuestro trabajo antes de empezar.
Kael dio un suspiro, porque entendía la posición tan incómoda en que se encontraban sus amigos por culpa de su padre.
«Por tu culpa ella no está con nosotros»
Su lobo le reclamó, y apretó los dientes de la indignación. Tal vez tenía razón, pero de eso ya habían pasado muchos años, y era obvio que ninguno de los dos quería hacer algo al respecto.
—Es lo único que se