Una mafia de licántropos.
Los Moreti ni siquiera estaban enterados de que la familia Gambino había llegado a Italia. De haberlo sabido se habían cubierto las espaldas, y no habrían andado tan relajados por ahí.
— ¿Qué tienen que ver ustedes con nosotros? No estamos para perder el tiempo, retirense de aquí si lo quieren morir, está es la última oportunidad que les doy.
Hablo el mayor de los hermanos, el mafioso era tan arrogante que no se daba cuenta de dónde estaba parado.
El Alfa ante el humillante trato quería asesinarlos a todos y quemar el lugar, pero tenía que recuperar la mercancía primero.
— Bien, tu lo pediste. — El Alfa hizo una señal, en ese momento todos sus hombres dentro del club sacaron sus armas. Massimo, Damiano, y Emiliano, se movieron a velocidad lobuna para escapar de las balas que sabían recibirían. Todo el mundo se resguardó y esperaron a que las balas cesaran, pensaron que encontrarían a los Gambino tirados y muertos, pero para su sorpresa no era así.
— ¡Hijos de puta, vienen