En una habitación privada, el Alfa permanecía con sus hermanos, todos ellos vestidos en trajes hechos a medida, elegantes, atractivos, astutos, su rostro podía ser el de un Adonis, pero eran peligrosos, sanguinarios, fríos, con una nula compasión hacia sus enemigos. — Por las cámaras se puede ver qué los Alfas están llegando, sin duda querrán verte al terminar la inauguración, Damiano, Hay demasiado en juego esta vez, las elecciones para elegir al gobernante de los lobos de todo el mundo se acercan cada vez más. — Así es Massimo, pero eso Damiano no parece comprenderlo, ni siquiera se ha molestado en cumplir con los requisitos que se necesitan para participar en la contienda, su arrogancia no le permite ver que si el nuevo rey se pone en nuestra contra, tendrá todo el poder para destruirnos, y con ello también el negocio. Escuchar que el negocio se podía poner en peligro, fue lo que hizo reaccionar al Alfa, no podía permitir que el trabajo de su padre adoptivo se fuera al car
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