C122-EL LOBO QUE NO RECUERDO.
El salón principal estaba lleno de murmullos apagados. Todos habían vuelto con vida, pero no con paz. Aiden ahora dormía en el piso de arriba, ajeno a la tensión que hervía bajo ese techo. Nadie celebraba realmente; todos sabían que la guerra con los vampiros aún no había terminado, pero eso no era lo que mantenía a la familia Blackwood en silencio.
El problema era Axel.
Quien estaba de pie, apoyado contra la pared, con la misma calma falsa que usaba en los momentos más tensos. A su alrededor, las miradas eran dagas: Cassian lo observaba con los brazos cruzados, Jacob no se molestaba en disimular el desprecio, y Ailyn... Ailyn lo miraba como si al fin entendiera lo que siempre le había parecido extraño en él.
Y Rowan estaba sentado, con los codos en las rodillas y las manos entrelazadas. No hablaba, pero su silencio dolía más que un rugido. La rabia se le acumulaba en el pecho como un fuego espeso, mezclado con celos, frustración y una sensación de