CAPÍTULO 22: LAS PIEZAS QUE FALTAN
Elena
Han pasado dos días desde el accidente en la cocina y desde la amenaza de Juliette. Dos días en los que apenas he dormido, entre el ardor de la quemadura y las palabras que no me dejan en paz.
Dos días que se sienten como una eternidad, pero al fin llega el momento del primer evento oficial.
La gran presentación se realiza en uno de los salones principales del hotel. Techos altos, lámparas de cristal, mesas vestidas de blanco y copas que relucen bajo la luz dorada. Los asistentes son críticos gastronómicos, inversionistas y representantes de la prensa especializada. Todos con sonrisas de cortesía y ojos como cuchillos listos para cortar cualquier error.
Me repito una y otra vez que puedo hacerlo. Que mi lugar está en la cocina, entre azúcar, harinas y sabores que nacen de mis manos, nada más importa.
El equipo de chefs se mueve alrededor como un engranaje perfecto. Las bandejas pasan de un lado a otro, los postres se sirven en copas delicadas,