La casa en la colina. Seis semanas después
El sol de la tarde filtrado por los ventanales iluminaba el salón, donde los trillizos jugaban sobre una manta suave. Lucía Emilia agitaba un sonajero con determinación, Mateo Benjamín intentaba rodar hacia un peluche brillante, y Elías León observaba el mundo con ojos serenos. Isabella, reclinada en un sofá cercano, sostenía un libro abierto pero no leía. Sus ojos analizaban a Owen y Jacob, sentados en silencio junto a la chimenea apagada. La tensión de las conversaciones pendientes flotaba como una niebla espesa, interrumpida solo por los gorjeos de los bebés.
Recordó nítidamente la consulta médica de esa mañana...
Consulta médica (Flashback):
La pediatra sonreía mientras revisaba los gráficos de crecimiento.
— Los tres están perfectos: Lucia en el percentil 75, Mateo en el 60 y Elías en el 65. ¡Ganaron 900 gramos cada uno en seis semanas! — Luego, giró hacia Isabella — Y tú, ¿alguna molestia residual?
— Ninguna, doctora. Solo el cansancio