Marina
—No, definitivamente no..
La voz de Salvador se alza y se une con la de Daniel mientras ambos se niegan rotundamente a aceptar la petición de Meyer, sin embargo yo lo que siento es un pitido en mis oídos, no puedo concentrarme ni pensar en nada más allá de las palabras del detective.
Y es que, ¿Por qué entre todos los involucrados él va a querer hablar conmigo? Se supone que el odia a Salvador, que su propósito era lastimarlo a él y el de mi padre a nosotros, a menos que esa no sea toda la verdad.
Y si no lo es, entonces esta podría ser la única oportunidad que tendríamos para averiguar qué es lo que estamos pasando por alto.
Puedo seguir escuchando la discusión que se desarrolla y cuando levanto la mirada lo primero que veo es el rostro enojado de Salvador y el preocupado de Daniel a quién Joaquín no le quita el ojo de encima, como si estuviera listo para agarrarlo si intenta algo.
Tomando un respiro profundo doy un paso al frente antes de decir:
—Yo creo que lo mejor es ir a v