Desperté sintiendo calor. Un brazo envolvía mi cintura desde atrás, pegándome a un cuerpo duro y firme. Recordaba a la perfección cada segundo de la noche anterior, sin embargo, llegados al final, cuando Donovan me llevó en brazos hacia el baño, las cosas comenzaban a volverse borrosas para mí. Estaba un poco confundida respecto a las cosas que le dije, pero de lo que estaba segura es que volvimos a hacer el amor dos veces más durante la noche, con intervalos y descansos de mi parte.
La pasión que nos envolvía desde hacía tanto tiempo terminó explotando en mi cara. Fue uno de los momentos más increíbles de mi vida. Esperaba que el cuerpo me doliera, que sintiera aquel golpe de mi mejilla. Incluso cansancio. Pues nada estaba más lejos de la realidad, me encontraba relajada y cómoda. Satisfecha. Fuimos apasionados, casi salvajes. Aunque por supuesto, Donovan tuvo que contenerse.
Si no se contenía, probablemente hubiera terminado como puré de Juliette.
Gracias a su mordida, mi cuerpo se