Eso no tenía ningún sentido. Pero ahora que Jake me lo decía... Juliette había caminado por los pasillos como si supiera exactamente a donde se dirigía, a pesar de estar en mi habitación inicialmente.
Y ese era un lugar que no conocía hasta esta noche, por lo que no tendría sentido que se supiera el camino a la perfección.
—¿Cada cuánto sucede esto? —pregunté, sintiéndome mal por no saberlo desde antes.
—Cada noche —asintió Jake, mirándola jugar con Nótt—. No siempre, pero más seguido de lo que nos gustaría. Que se quede en la cama es lo raro, llegados a este punto.
—¿Y tú la cuidas? —anonadado, volteé a ver a Jake con atención.
—Todos lo hacemos. Nos turnamos para cuidar de Juliette cada noche. Nunca ha pasado nada, pero no es precisamente buena idea dejarla vagar sola. Ninguno quiere que se haga daño, así que nos quedamos con ella hasta que solita decide que es hora de volver.
—¿Incluso Julia?
—Julia es más inteligente de lo que parece. Fue ella la primera en notarlo —sonrió—. Y Jul