Capítulo 61 — Lo que no supimos preguntar…
Punto de vista: Sofía
La sala estaba cálida, su luz tenue, con ese silencio limpio que solo existe en los consultorios donde la vida aún no llega, pero ya se deja escuchar.
Sofía apretó la bata contra su cuerpo como si fuera un escudo. Sus manos temblaban, no solo por nervios, sino por ese cúmulo de emociones que venía conteniéndo desde que se enteró de que el bebé estaba con su problema de visión,pero el corazón de Sofia… no.
No había querido compartirlo con nadie todavía. Ni siquiera con Adrián. Porque aunque él estaba ahí, tan presente como podía, ella seguía sintiéndose sola .Rota y también culpable por no poder cerrar del todo esa herida entre los dos.
Lili, como siempre, notó su tensión. La ayudó a recostarse sobre la camilla con delicadeza, como si temiera quebrarla más de lo que ya estaba.
—Ya viene la doctora —le susurró, acariciándole el brazo—. ¿Querés que lo llame?
Sofía asintió sin hablar, tragándose ese nudo en la garganta que l