Eva subió a la habitación donde su amiga debía estar, se sentía incómoda debido a la visita de Melissa.
Sabía que la chica no le había hecho nada malo, pero el solo hecho de que le preguntara cosas de Demian, le dejaba claro que, en el tiempo que llevaban de novios, la chica no le había puesto la atención suficiente.
Si Eva estuviera en el lugar de Melissa, daría brincos de alegría, no estaría pidiendo consejos a externos para organizarle algo tan fácil como su fiesta de cumpleaños.
Era inevitable que Eva sintiera celos, ¿Cómo no iba a sentirlos? Melissa tenía todo a su favor, su familia apoyaba su relación, Demian la tenía como novia y la miraba como eso.
Mientras que Eva era la hermanita, mientras que ella no podía acercarse a Demian sin antes levantar sospechas de querer algo más.
Melissa estaba en el paraíso, pensaba: "¿Cómo demonios podía desaprovechar aquella suerte con la que contaba?".
Un tanto molesta, daba vueltas en la habitación cuando entró una enfermera y le dijo:
- Señ