Estimadas lectoras y lectores ¿Cuál creen que sea la decisión de Alejandro?
Luego de la plática que Melissa había tenido con Sofía, esta confiaba en los consejos que su amiga le había hecho, por lo que, sin más, Melissa le dio carta abierta a Sofía para organizar ella misma la fiesta.La temática sería Francia, tal como le había confesado Sofía, que había leído en el diario de Eva. A Demian le gustaba de todo lo relacionado con Francia, por lo que la persona más idónea para organizarla en poco tiempo, era su amiga Sofía.La fiesta de cumpleaños debía quedar lista en cuestión de 5 días, por lo que Sofía estaba muy, pero muy atareada, mientras Melissa distraía a Demian, para que no se diera cuenta de todo lo que organizaban en casa de Melissa.Para nadie era sorpresa ver que aquella mujer, gran amiga de la señorita Mendoza, guitoneaba por todos lados, dando órdenes y maldiciendo, a todas luces, algo que no estuviera hecho de acuerdo a sus especificaciones.Para la fortuna de Sofía, Alejandro Mendoza no vivía ahí, ya que, de escucharla, seguramente no hubiera to
--- Grupo Mendoza ---- Señor… ¿Quiere que repasemos su agenda? – dijo la primera asistente.- ¡Sí! Sí, por favor, hoy no traigo cabeza para recordar que iba a hacer, dime, ¿Qué tenemos de pendientes? – dijo Alejandro llevándose la mano a la sien para darse un masaje.Era evidente que la resaca de lo que tomó la noche anterior, estaba cobrando su debida cuota, ya que sentía que la cabeza le iba a explotar.- Pues la mañana la tiene ocupada, pero la tarde está completamente libre, lo que es perfecto, puesto que, le hablaron del hospital y dijeron que la señorita Sara Benítez, ya se encuentra en su habitación y que se encuentra estable.- ¿Está Eva con ella? – preguntó Alejandro como si su asistente pudiera leer su mente.- Sí, según me informan las enfermeras, que sí. De hecho, su hermana Melissa la fue a visitar. - dijo la asistente un tanto contrariada.- ¿Mi hermana? ¿Sabes a qué fue al hospital? - preguntó Alejandro un tanto sorprendido.- ¡Desconozco, señor! ¿Quiere que averigüe? -
El día pasó con rapidez, luego de que Eva estallara contra Demian, este no se había atrevido a volver a buscarla o intentar hacer otro acercamiento.Entendía que sí, inconscientemente, había sido un tanto mal educado, al no preocuparse por su amiga.Entendió la reacción de Eva, aunque no la justificaba, ya que su familia hacía un esfuerzo por mantener los lazos con ella, pero ella se alejaba cada vez más.Eva, por su parte, se sintió pésima ante lo que había ocurrido hace un par de horas. Ella, por un momento, se sintió frustrada por lo que había dicho la enfermera, porque Alejandro no había ido por la noche, por todo lo que podría estar ocultándole ese hombre.Adicionalmente, para rematar, ver a su hermano, a quien ella no debía amar, exigirle que visitara a sus padres, los cuales tampoco habían hecho un esfuerzo por acercarse a ella sinceramente.El ver que Demian iba a verla por un instante la reconfortó, pero el gusto le duró poco, ya que Demian lo arruinó cuando, sin preguntar ant
Eva, al escuchar las palabras de Alejandro no pudo más que sonrojarse, "¿Cómo demonios tenía tan mala suerte?", se maldijo Eva en sus adentros. - ¡Señor Mendoza! ¡No debería andar escuchando pensamientos ajenos! - dijo Eva en respuesta a las palabras antes mencionadas por Alejandro. - Yo no dije nada, solo que me pareció cómico que sea virgen y crea que será olvidada, por lo que consideré que si le agregaba un par de gatos, eso le daría un toque más... ¡No lo sé! ¡Dramático! - ¡No! ¡No! ¡Bueno, es que yo no puedo con usted! - dijo Eva al no encontrar más armas con que defenderse. Alejandro al ver el rubor en las mejillas de Eva, no pudo evitar sonreír. Por primera vez, Eva pudo ver una sonrisa genuina en el rostro del hombre. "No es que me guste, pero realmente se veía atractivo cuando sonreía con naturalidad", pensó Eva por dentro. - Debería no entrometerse en los pensamientos privados de las personas... - dijo Eva nuevamente tratando de defenderse. - Ya le dije, señorita Díaz
- ¿Qué pasa, señor Mendoza? ¿Le comió la lengua el ratón? – dijo Eva con ironía. - ¡No! Es solo que… - Estaba a punto de decir algo, pero fue evidente que ella no recordaba nada de lo que había ocurrido hace aproximadamente 8 años. – No, olvidé el tema… - Mmm… Está bien… - ¿Usted asistirá a la fiesta de cumpleaños de mi hermano? - ¡Supongo que si…! - respondió el hombre sin apartar la mirada del monitor. - ¡Oh! Ya veo… Usted no podría faltar… Es su mejor amigo… - dijo Eva sinceramente. - Si… Pero usted es su hermana y debería estar invitada a aquel banquete… - dijo Alejandro, preguntándose por dentro. ¿Por qué su hermana no se había tomado la molestia de invitar a la propia hermana de Demian? - No se preocupe, aunque estuviese invitada, ya le dije… no podría dejar sola a mi amiga. Sara es la única razón por la que regresé a México, de no ser por ella, seguiría con mi vida en Boston. – dijo Eva con un atisbo de nostalgia. - ¿Vivió que, 5 años ahí? – dijo Alejandro haciendo rápid
La semana había pasado demasiado rápido y Eva, finalmente, si recibió invitación por parte de Melissa para la fiesta de cumpleaños sorpresa de Demian.Eva se había sentido un tanto incómoda con la situación, ya que considero que tal vez había sido Alejandro, quien influyó en la invitación.Inicialmente, dudaba en asistir, ella prefería quedarse en el hospital a hacerle compañía a su amiga.- Eva, deberías asistir a la cena. Sé que no es fácil, pero tu misma lo dijiste, tus padres no te han visto desde que te saliste de casa.Uno no puede dezafanarse de la familia, así como así. Ve, amiga, ponte un vestido bonito y ve a divertirte un poco.Dime una cosa, Eva, ¿Qué has hecho en todo este tiempo? - preguntó Sara curiosa.- ¿Cómo? - preguntó Eva sorprendida.- Sí, dime, aparte de cuidarme todos los días, ¿Qué más haces en tus tiempos libres? - preguntó Sara, preocupada por su amiga.Sé muy bien que tus papás no entran en la lista de las personas a quienes más visitas, pero ¿Qué más haces a
Luego de unos minutos, Eva llegaba a la entrada de la casa de la familia Mendoza. Una imponente puerta de metal estaba frente a ella. Varios autos de lujo llegaban, se veía claramente como la crema y nata de la sociedad en la ciudad estaba llegando.Algo de lo que no se percató, fue que la invitación pedía llevar antifaz, ella solo iba vestida para una cena, no para una fiesta con antifaces.- Señorita Díaz, ¡Qué coincidencia! - Eva pudo escuchar una voz peculiar.Eva volteó sonriendo, detrás de ella estaba Sergio Carrasco acompañado de una hermosa mujer, a la cual no pudo identificar debido al antifaz.- Señor Carrasco, ¿Cómo ha estado? – dijo Eva con sorpresa e interés.Ella había estado tratando de contactarlo, pero no había tenido éxito. Ella se sentía culpable, ya que desde que había llegado a México, el hombre se había portado excelentemente bien con ella y, al estar preocupada por su amiga, se perdió en ello y no tomó sus llamadas.- Bien… Un poco ocupado… Como verá, vengo aco
La seguridad con la que caminaba Alejandro, además de su aura autoritaria, permitía que Eva se sintiera cómoda, ¿Por qué razón? La desconocía, pero sí, tenía que admitir que, necesitaba un poco de esa seguridad que emanaba el caballero a su lado.Varios ojos se posaron en la pareja, uno, porque no llevaban antifaz, dos, porque era evidente quienes eran e inmediatamente se hicieron objeto de cotilleos.Alejandro por ser el eterno “playboy”, según la sociedad, y Eva, por ser la hija que los Monroy enviaron a Boston para ocultar un terrible secreto.Eva estuvo por salir huyendo, cuando sintió el fuerte agarre del brazo de Alejandro.- Si sales huyendo, les darás la razón, solo sostente bien y sonríe, tal como si no ocurriera nada. – dijo Alejandro en un tono que solo ella podía escucharle.Eva no pudo zafarse, así que siguió el consejo del hombre, era evidente que, de no ser por él, ella se sentiría tan fuera de lugar, que si, si hubiera huido.Aquel hombre que la llevaba del brazo solo c