Mientras Eva y Alejandro se despedían de la única persona que realmente apreciaba su estancia ahí, un infierno se desataba en la mansión de los Carrasco.
- ¡Maldita sea! ¿Qué carajos significa esta puta nota? Todas las malditas redes sociales están inundadas de esto… ¿Cómo demonios no lo viste venir? ¡Dijiste que si presionaba a tu puta hija, ella aceptaría mi propuesta! Ahora mírala, la idiota se casó con Alejandro Mendoza, ¿Tú crees que tiene caso que yo siga con el tema de su puto padrastro? -decía Sergio, furioso, delante de Antonio Díaz.
- Ser… Sergio, yo no sabía que esa escuincla lo elegiría a él, no sé qué demonios tiene en la puta cabeza, pero está claro que si presionas con su padre, ella abandona al idiota aquel y se viene contigo. -dijo Antonio nervioso y sin saber qué más decir.
Lo único que le quedaba era ofrecer a su hija Sofía como reparación de cualquier ofensa ante los Carrasco. Sabía que si esto se le salía de las manos, él junto a su familia quedarían desamparados